Un revés ante checos o estadounidenses anulará prácticamente la posibilidad de incluirse entre los 12 del mundo.
Hiroshima, Japón.- LA HISTORIA de la primera ronda también se repite para Cuba en las postrimerías de la segunda, pues solo tiene una senda que tomar si quiere seguir camino a Tokio, escenario de la final del XVI mundial masculino de voleibol.
Si bien en aquella fase inicial, en Fukuoka, perdieron con Francia y aún alcanzaron el Shinkansen rumbo a esta histórica ciudad, ahora ni pensar remotamente en un revés frente a República Checa este martes (6:00 p. m., hora local) o Estados Unidos el miércoles (11:00 a. m.), esperanzados en la caída de ambos contra Alemania, el rival que les resta a los adversarios de los cubanos.
Pesa no haber remolcado una victoria con los clasificados al lote F como logró EE. UU., pues estarían los nuestros en mejores condiciones, mucho más luego de los infortunios de checos y norteños frente a Brasil y Francia en esta vuelta.
También el joven plantel cubano cayó en sus compromisos previos al asueto de este lunes ante Bulgaria e Italia y aparece en el último lugar del grupo F con 0-5 —como los checos—, pero con peor promedio de todos en puntos a favor y en contra.
El reto está planteado y los de la isla, conocedores de ello, aprovecharon el descanso competitivo para analizar con profundidad a su primer contendiente y dedicar más de dos horas en la fría y plomiza tarde a una sesión en cancha y otra en el gimnasio de pesas bajo las orientaciones de Roberto García, Antonio Perdomo y Ramón Lawrence, el colectivo técnico.
Los lesionados Yasser Portuondo, resentido de sus várices; Raidel Corrales, de un trauma en el muslo derecho; y Yoandry García, requerido de un nuevo empaste bucal que lo mantuvo tenso varias horas, muestran la misma disposición que el resto del grupo, ansioso de dejar más atrás el lugar 21 del 2002 y no incluirse en el lote del 13 al 16.
Conscientes están los cubanos que enfrentarán sólidos equipos, con jugadores experimentados en su mayoría mundialistas y en el caso de los norteños también olímpicos, sextos en el ranking del orbe, cuartos en la Copa del Mundo´03 y los Juegos de Atenas´04, y subcampeones de la Copa de Grandes Campeones´05, amén vencedores de Cuba el pasado año en la Copa América y en el NORCECA clasificatorio para este campeonato.
Los europeos, por su parte, antes de la división del país fueron potencia hasta los ´70, con dos oros y cuatro de plata en mundiales, y renacieron como República Checa en los ´90, con el lugar 21 en el ´98 y el 13 en el 2002.
Esa es la historia, que no debe obviarse a la hora de examinar al contrario, pero lo más importante es el presente, que deben enfrentar con ímpetu, primero a los checos, cuartos en su única Liga Mundial (´03), para cerrar con igual garra ante los norteños.
Hiroshima, Japón.- LA HISTORIA de la primera ronda también se repite para Cuba en las postrimerías de la segunda, pues solo tiene una senda que tomar si quiere seguir camino a Tokio, escenario de la final del XVI mundial masculino de voleibol.
Si bien en aquella fase inicial, en Fukuoka, perdieron con Francia y aún alcanzaron el Shinkansen rumbo a esta histórica ciudad, ahora ni pensar remotamente en un revés frente a República Checa este martes (6:00 p. m., hora local) o Estados Unidos el miércoles (11:00 a. m.), esperanzados en la caída de ambos contra Alemania, el rival que les resta a los adversarios de los cubanos.
Pesa no haber remolcado una victoria con los clasificados al lote F como logró EE. UU., pues estarían los nuestros en mejores condiciones, mucho más luego de los infortunios de checos y norteños frente a Brasil y Francia en esta vuelta.
También el joven plantel cubano cayó en sus compromisos previos al asueto de este lunes ante Bulgaria e Italia y aparece en el último lugar del grupo F con 0-5 —como los checos—, pero con peor promedio de todos en puntos a favor y en contra.
El reto está planteado y los de la isla, conocedores de ello, aprovecharon el descanso competitivo para analizar con profundidad a su primer contendiente y dedicar más de dos horas en la fría y plomiza tarde a una sesión en cancha y otra en el gimnasio de pesas bajo las orientaciones de Roberto García, Antonio Perdomo y Ramón Lawrence, el colectivo técnico.
Los lesionados Yasser Portuondo, resentido de sus várices; Raidel Corrales, de un trauma en el muslo derecho; y Yoandry García, requerido de un nuevo empaste bucal que lo mantuvo tenso varias horas, muestran la misma disposición que el resto del grupo, ansioso de dejar más atrás el lugar 21 del 2002 y no incluirse en el lote del 13 al 16.
Conscientes están los cubanos que enfrentarán sólidos equipos, con jugadores experimentados en su mayoría mundialistas y en el caso de los norteños también olímpicos, sextos en el ranking del orbe, cuartos en la Copa del Mundo´03 y los Juegos de Atenas´04, y subcampeones de la Copa de Grandes Campeones´05, amén vencedores de Cuba el pasado año en la Copa América y en el NORCECA clasificatorio para este campeonato.
Los europeos, por su parte, antes de la división del país fueron potencia hasta los ´70, con dos oros y cuatro de plata en mundiales, y renacieron como República Checa en los ´90, con el lugar 21 en el ´98 y el 13 en el 2002.
Esa es la historia, que no debe obviarse a la hora de examinar al contrario, pero lo más importante es el presente, que deben enfrentar con ímpetu, primero a los checos, cuartos en su única Liga Mundial (´03), para cerrar con igual garra ante los norteños.
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